Biofeedback

Hay muchas funciones del  ser humano que pueden ser medidas por aparatos. Si visitamos  un Hospital, veremos una gran presencia de la electrónica en la actividad médica:  Electrocardiogramas, escáner, resonancias, rayos X  etc.

Todas esas ayudas permiten localizar mejor las anomalías y en general son menos molestas para el paciente

La colección de innovaciones sigue en aumento.

Para muchos el ideal futuro, sería un diagnostico electrónico sin tocar al paciente.

Pero no solamente la electrónica sirve para diagnosticar, también tiene funciones terapéuticas.  Una de ellas, es que facilita el aprendizaje mediante el Biofeedback.

Joe Dispensa, es un investigador y quiropráctico. Actualmente es muy conocido por su intervención en la película “¿Y tu que sabes?. Comenta esto en su libro “Desarrolla tu cerebro” (editorial La Esfera de los libros)

“la tecnología nos permite medir distintos elementos de la función cerebral y nos proporciona imágenes cada vez más precisas de la actividad de nuestro cerebro. En la década de 1940, el concepto de retroalimentación dio lugar a un nuevo campo de estudio denominado cibernética. Era un intento de relacionar la humanidad y la mente humana con las máquinas. Según el modelo cibernético , los humanos somos como maquinas cuyos recursos y rendimientos pueden ser medidos, alterados y evaluados. Esta teoría afirmaba que podíamos ser programados como su fuéramos maquinas a fin de operar de manera mas eficiente.

Mas tarde los biólogos aplicaron su propia vuelta de rosca a la teoría para crear un campo de estudio denominado biocibernetica. En un principio, estos científicos querían averiguar como se las apañaba  el cerebro para regular la enorme cantidad de funciones corporales. Por ejemplo, el nivel de acidez de la sangre deber permanecer dentro de un pequeño rango, y ese rango puede resultar difícil de mantener debido a los mucho factores de la dieta y del entorno que puede afectarle. Al final surgió una pregunta: dado que todas estas funciones reguladoras se llevan a cabo de manera inconsciente ¿podemos influir voluntaria e intencionadamente sobre ellas?

En uno de los primeros experimentos de lo que ahora llamamos biorretroalimentación (biofeedback), se les enseñó a ciertos individuos a regular su presión arterial. También a controlar el ritmo cardiaco. Por ultimo, se les enseño a cambiar el ritmo cardíaco y la presión sanguínea a un tiempo, pero en sentidos opuestos: es decir, elevar el ritmo cardíaco y disminuir la presión sanguínea y viceversa.

Lo interesante aquí es que la mayor parte de los sujetos no notaba diferencia en lo que sentían, así que estas personas no creían haber conseguido del todo su objetivo. El cerebro no podía estar al tanto de cómo lo estaba haciendo, pero los resultados estaban ahí: los individuos   eran capaces de hacer lo que se les pedía.  Una manera de llegar a entender este “entumecimiento” cerebral es pensar lo siguiente: si alguien estimulara la región del cerebro encargada de mover lo dedos de los pies, sentiríamos el movimiento de los dedos, pero no el estimulo que origino ese movimiento. Así pues, ¿podemos transformar la información interior     del cuerpo en algún tipo de señal externa que el cerebro pueda utilizar para incrementar sus poderes de autorregulación”

Y finaliza Joe DISPENZA indicando:

En base a esta noción de biorretroalimentacion (biofeedbck), los investigadores esperaban que tuviéramos la posibilidad de hacer algo que solo los místicos orientales y los practicantes de yoga son capaces de hacer a voluntad: disminuir de manera voluntaria (o incluso detener) los latidos de su propio corazón. Denominaron a este tipo de practica aprendizaje visceral y lo consideraron el contrapunto a los tipos de condicionamientos clásicos. El aprendizaje visceral es voluntario, mientras que el condicionamiento (piensa en los perros de Paulov) ocurre seamos o no consciente de ello.

El entrenamiento en Coherencia Cardíaca utiliza un programa de biofeedback que toma datos del corazón del sujeto, lo que proporciona un tipo de información que se ve en pantalla.

Después la persona se entrena mentalmente con diversas técnicas  para conseguir una mejor Coherencia.

Si lo consigue, el aparato lo refleja mediante señales gráficas y auditivas, que son vistas por la persona, reforzando así el aprendizaje.

Para que el entrenamiento sea más agradable, se han dispuesto una serie de Juegos, en forma de reto, con una serie dibujos (Una mariposa, globo terráqueo, Globo aerostatico) Trasladar estos objetos a través de conseguir un estado de Coherencia Cardiaca es la meta.

Todos los mecanismos subconsciente descritos por Joe Dispensa se ponen en marcha y la mejora se produce.

biofeedback

Saludos

Para estar al día en nuevas
aplicaciones e investigaciones en
Coherencia Cardíaca.
Esperamos tu aportación

Certificación:

Web de Interés Sanitario

Historial