MURIEL JAMES ha sido una impulsora del Análisis Transaccional, y cuenta con numerosas aportaciones en toda su carrera.

En la Revista PSICOLOGIA y PSIQUIATRIA HUMANISTA escribe un interesante artículo sobre las HAMBRES HUMANAS, más allá de las habituales de comer y dormir.

En concreto habla de 5 olas de impulsos o hambres del Ser, comunes a todas las personas:

La primera ola, es el IMPULSO DE VIVIR. Es obvio que cuando las personas pierden su salud, ya sea física o emocionalmente, pueden perder ese impulso y elegir auto-destruirse. Con la esperanza el impulso a vivir resurge creando energía para vivir una vida dirigía al bienestar y no a la enfermedad.

El segundo impulso es EL DE EXPERIMENTAR LA NOVEDAD.  Igual que ocurre con los animales, la curiosidad es un impulso que les mantiene en forma, tanto física o psíquicamente. “Vamos a hacer algo nuevo” es un impulso conocido en todas las culturas.

El tercer impulso es TOMAR DECISIONES. “Quiero decidir por mí mismo” es un deseo saludable a pesar del hecho que de la energía procedente de este impulso puede ser ahogada por el miedo, la ansiedad o incluso la fatiga.

En cuarto lugar, está el IMPULSO A CONOCER LA DIMENSIÓN ESPIRITUAL Y EXPERIMENTAR TRASCENDENCIA.  Crea energía para extenderse hacia arriba como hacia afuera, tanto para dejar ir como para sustentar, para llegar a vaciarse y también para estar lleno, para confiar en la presencia del amor, para conocer una dimensión espiritual y para experimentar “la oscura noche del alma”

El quinto lugar es para EL IMPULSO PARA TENER RELACIONES AUTENTICAS.  Es la amistad construida fuera de Juegos psicológicos, o intercambio de favores. Es la amistad profunda, sin necesidad de apuntar débitos o créditos en las relaciones.