Una llama de una cerilla tiene un efecto hipnótico, y un montón de mecheros encendidos mientras el cantante de turno nos deleita con su balada, se ha convertido en una estampa casi clásica.

El fuego tiene poder, no solo poder destructor, sino el de conectar con mundos invisibles.

Si una llama tiene ese poder, una hoguera se convierte en el Espejo de Alicia, para saltar al “otro lado” y penetrar a mundos desconocidos.

Imaginemos un momento de intimidad al estar alrededor del fuego de la chimenea, con una temperatura agradable y alguien contando historias.

El Dr. Dawson Church recoge una información a éste respecto. (Fuente: El Genio en sus Genes Dr. Dawson Church)

“En un estudio se mostró una clara mejoría en el funcionamiento del sistema inmunológico durante un ritual con tambores y relato de historias. En este estudio, se sometió a 111 voluntarios sanos a un ritual de una hora de duración, algo muy parecido a las experiencias comunitarias de las que disfrutaban nuestros antepasados en torno a una hoguera. La mejoría en el funcionamiento del sistema inmunológico tras la ceremonia y percusión con relatos e historias quedo demostrada en un incremento de la actividad de las células T auxiliares. Por otra parte,  se incrementaron también los niveles de la saludable hormona DHEA, mientras que descendían los de las hormonas del stress, el cortisol.

Datos semejantes a los obtenidos en los estudios sobre Coherencia Cardiaca.

Una forma de entrar en intimidad es prestando una ayuda sincera a nuestros semejantes. No solo es la ayuda en sí misma, sino la empatía necesaria para que la relación sea autentica.

A éste respecto David Servan-Schreiber, indica:

Un estudio publicado en el American Journal of Cardiology apunta que, en condiciones de salud iguales, la mortalidad de personas ancianas y pobres que participan en actividades benéficas enfocadas hacia los demás es inferior en un 60% al de aquellas que no lo hacen. Un análisis de los efectos del voluntariado en la salud pública aparecido en Science – la publicación científica más importante del mundo – concluía que el voluntariado es una de las mejores garantías para poder disfrutar de una vida más larga, incluso mejor que una tensión arterial controlada, que una tasa baja de colesterol, e incluso que dejar de fumar. El placer de la relación con los demás, el sentimiento de estar implicado en el grupo social, es un remedio notable para el cerebro emocional y por ello para todo el cuerpo. ( Fuente: David Servan-Schreiber. Curacion Emocional. Pag.232)

Y el mismo autor comenta sobre la felicidad:

En los estudios sobre las personas que son más felices en su vida, se aprecian sistemáticamente dos factores: Gozan de relaciones estables con seres próximos y están implicados en la comunidad. 

En el Instituto HeartMath has estudiado los efectos de las personas que dejan de estar aislados del mundo para hacer algún tipo de labor comunitaria, en relación con las medidas de Coherencia.

El resultado es muy positivo. Las personas que salen al exterior, se dan cuenta de que forma parte de un grupo humano, que pueden ayudar a otros y que obtienen a su vez el reconocimiento, hace elevar los índices de coherencia.

(Fuente: McCraty R. M. Atkinson 1995 The effects of emotions on short-term spectrum analysis and heart rate variability)

Conclusión: La mejora de niveles de DHEA, Iga, etc que se producen practicando la Coherencia Cardiaca con biofeedback, también aparecen en “atmósferas de intimidad” o “ayudando a otros”, “dando reconocimiento”, en definitiva COLABORANDO, en vez de compitiendo.  Una enseñanza que no es nueva, y que pertenece a las Grandes Tradiciones Espirituales del mundo, pero que se ratifica en la actualidad por el camino de la ciencia.  www.coherencia-cardiaca.com

<puedes escribir directamente a: psicobegia@iicoaching.com